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Autonomía política y financiera del segundo y tercer nivel del estado

Cada uno de los 26 cantones, y cada una de las más de 2’170 comunas que forma el segundo y tercer nivel del estado gozan de completa autonomía política y financiera dentro del marco de atribuciones y responsabilidades que les son propias. El tercer capítulo ilustra y explica cómo ha sido posible aplicar el principio de subsidiariedad en forma tan exitosa a través de docenas, cientos y miles de unidades políticas auto-contenidas a pesar de tener perfiles tan diferentes entre ellas.

Gracias a este tercer ingrediente Suiza obtiene/accede:

  • A una excelente distribución de riqueza, y a una gran cohesión socio-económica a través de todo el país y clases sociales. Ninguna región y/o estrato social “se queda atrás”, ni se transforman en un “freno” para los “que van más adelante”.
  • A fragmentar, achicar, simplificar, distribuir y “ajustar” el “peso” de las agendas políticas respectivas a las capacidades de todos y cada uno de los gobiernos y parlamentos en los tres niveles del estado. Un sub-producto de este arreglo institucional es que el poder político está distribuido entre más de 36’000 personas que trabajan en forma de milicia y a tiempo parcial.
  • A evitar la existencia de políticos profesionales, la formación de partitocracias dominantes y abusivas, y asegura además el no caer en el “hoyo negro” de las democracias pluralistas.
  • A desarrollar una gran capacidad de auto-gestión a través de todo el país, incluso en los pueblitos más remotos y desvalidos de montaña.
  • A una enorme efectividad y transparencia ya sea en definir el tamaño “óptimo” del estado en cada uno de sus tres niveles, como también en su manejo y funcionamiento.